La casualidad hizo que entrara en el Teatro Maestranza e inmediatamente vi claro sobre quienes quería hacer los retratos: la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS).
A pesar de esa pátina elitista que pesa sobre ellos, descubrí gente amable, cercana, comprometida, trabajadora, y muy profesional.
Tengo que hacer público mi agradecimiento a todos ellos, y a María Jesús Ruíz, directora de relaciones externas de la ROSS, y a Luisa la inspectora, por su ayuda y trato conmigo, que también hago extensivo a todas las personas con las que traté porque me sentí arropado y apoyado.
El trabajo no lo podía hacer solo y me echaron una mano con la iluminación Pepe Soto, María Macipe, y Amparo Rodríguez, muchísimas gracias. Sin vosotros no hubiera sido posible.
Os enseño una pequeña muestra del trabajo: